La satisfacción de conducción se ve reforzada por el efectivo y silencioso motor de 279,1 c.c. que emplea culata de cuatro válvulas e inyección. Es progresivo, suave y potente. Permite realizar desplazamientos por carretera e incluso por autopista, sin problemas. Ante el tráfico urbano se desenvuelve con una soltura envidiable. El asiento es cómodo aunque algo corto y la posición de las piernas es correcta pero no permite cambios de postura.
Con pasajero, la moto sigue conservando sus virtudes y sólo llega a penalizar en el apartado de suspensiones cuando los baches la hacen llegar al tope del recorrido de los amortiguadores traseros. Aunque la unidad probada aún disponía de una posición de mayor dureza en la regulación de los amortiguadores, no debemos olvidar que se trata de un scooter cómodo ante todo y, con una suspensión más deportiva, este aspecto se vería perjudicado. El ABS combinado funciona bien; la moto frena correctamente a pesar de contar con un solo disco en la rueda delantera.